sábado, 2 de agosto de 2014

Palabras de la noche

Parto este post con un dolor en el pecho. Me siento angustiada. Es justo en estos momentos cuando se me vienen a la mente muchas preguntas sobre mi vida, y la vida de los demás. Lo frágil que es, y lo mucho que una persona puede llegar a ser dañada. Es algo que te rompe el corazón.

Cuando uno conoce a una persona, no sabe cuál es el pasado con el que se enfrenta al presente. Y resulta que un día, las cosas se liberan, comentas con esa amiga especial todo lo que se ocultaba entre las palabras. Se sacan las máscaras, y fluyen las lágrimas como si fueran lo más preciado de la vida. No se puede negar, es un momento hermoso que siempre queda en el corazón. Es ahí, en ese instante de fragilidad, donde uno puede ver si quien está a tu lado es una amiga verdadera. Yo tuve la suerte de que sí, ella es una persona hermosísima por dentro y fuera. Siento que con ella, y sólo con ella, pude haber creado una atmósfera de confianza como la que tuvimos anoche, cuando la fui a visitar. Reímos, lloramos, dormimos. Ella mi dijo, "llegaste con una sonrisa en la cara, como si estuvieras de lo más bien. Pero tienes un dolor por dentro, y lo debes sacar".

No sé cuánto de ese dolor he sacado todavía. Porque uno nunca termina de despedir a una persona. Uno se arrepiente de tantas cosas que, tal vez son irreparables. Y no porque a uno se le complique reparar el error. Es más bien porque ya no lo puedes hacer. Ya que esa persona, a la que de debes perdón, palabras, abrazos... No está. Se fue. Para siempre. Y uno queda con el corazón vacío, descolgado, roto. Te preguntas, "¿Y ahora qué?". El nudo en la garganta es inevitable. Los ojos, poco a poco, se vuelven llorosos. Te estás preparando para darle la bienvenida a las lágrimas que van a surgir. ¿Qué te retrae? ¿Qué me retrae?

Nadie tiene la respuesta. Sin embargo, una parte de mí cree desesperadamene que alguien vendrá a decirme cómo sentirme en paz. A veces me siento ridícula por eso. Si he de ser sincera, hasta ahora sólo me he podido sentir en paz cuando me junté con mi amiga.

Hay mucha gente que sufre en este mundo. Gente que maravillosa que no se merece el dolor. Que han pasado por tantas cosas, y que la vida ha sido injusta con ellas. Personas que no están conformes consigo mismas. ¡La cantidad de adolescentes que se cortan, se suicidan, y se hacen vomitar! Me entristezco cuando hablo de estos temas. Si le estuviera hablando a una persona, cara a cara, de seguro estaría llorando ahora mismo. Da rabia. Da tristeza. Desesperanza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por comentar! Me interesa saber lo que piensas. Miau