Desde hace ya años que hombres y mujeres están peleando sobre cuál es el mejor género. En un principio era divertido, interesante, era una excusa para que las mujeres pudieran competir contra sus amigos, y viceversa. Las productoras de películas para niños estaban cambiando la mentalidad, para hacer que las protagonistas, princesas u otros personajes tuvieran una personalidad más independiente, que su futuro no tuviera influido por la presencia o ausencia de un hombre. ¿Cómo se explica que todas empezaron a amar la historia de Mulán? Ella dejó su vida como mujer sumisa para ir a la guerra disfrazada de hombre, pues en aquella época las mujeres tenían prohibido ir al ejército.
Muchos fueron tocados por la historia, no solamente las niñas. En un principio era importante igualar a la mujer del hombre.
Pero ya está bien, basta. En un par de generaciones, les aseguro que la sociedad nos va a ver igual. ¿Cuál es la idea de continuar peleando? Chicas, no somos mejores que los hombres. Somos del MISMO nivel. Hay que entender eso. Claro, el mensaje va también para los chicos, al revés, no somos inferiores sino sus pares.
Tal vez piensen que soy un poco cascarrabias con este planteamiento. No lo soy, sólo quiero expresar lo que pienso de esta guerra de géneros. Antes era necesaria. Ahora no. No en nuestra sociedad, porque claro que hay lugares en el mundo donde permanece un pensamiento conservador y machista.
Sin embargo, no es a eso donde quiero llegar. Veo a amigas mías, que viven en una situación acomodada, que en un futuro van a terminar ganando lo mismo que un hombre después de todo, sienten que deben seguir dando esta lucha. ¿Por qué? Por temas tan estúpidos como que los equipos de deportes no sean mixtos. Para mí es un supuesto que no lo deben ser. Y no porque las mujeres sean peor que los hombres. Es que ambos tienen un cuerpo muy distinto.
Una compañera es jugadora de basquetball en un club, en un equipo deportivo. Y cuando el equipo femenino juega contra el masculino, les ganan por mucho. Sin embargo, ella no volvería a jugar en un equipo con hombres, ya que dice que terminaba muy lastimaba cuando lo hacía.
¿Entienden lo que digo? Ninguno es mejor que otro. Son solamente diferentes. Y no se deben comparar. Es decir, es como comparar el blanco con el negro. ¿Qué sacas con eso? Absolutamente nada.
Por otro lado, ¿Qué sacas cuando los mezclas? ¡El ying y el yang! El símbolo de la vida. Algo parecido pasa con los géneros. No sacas nada comparándolos, sólo haces que tus amigos discutan por cuál de los dos es superior. Pero si los juntas, entonces nace la amistad, el amor. Ser amigo de alguien del sexo opuesto es lo mejor, ya que tienen una visión distinta de la vida, por lo que te pueden dar consejos desde otra parada.
Así que, ya saben, bajen las revoluciones, dejen el ring, y quiéranse. Aprendan que hay que considerarse complementarios, no opuestos.
Con este mensaje los dejo, ¡Buen fin de semana!
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