lunes, 1 de septiembre de 2014

Cumpleaños


¡Hola a todos! Hoy es mi cumpleaños, y estoy muy feliz, saben que es emocionante ser un años más vieja. Me regalaron un nuevo celular, ya que el que tenía me lo robaron, no fue mi culpa, y no pienso desprenderme de él nunca, lo cuidaré como hueso santo, lo prometo. Y de paso le demuestro a mi mamá que sí puedo cuidar las cosa. Además, ¡Mi torta es de alfajores! Sí, sí, envídienme. Su envidia alimenta mi ego. Bien, bien, dejaré de ser tan pesada. Alfajores.... ¡Alfajores!

Aprovecharé este momento para hablar de mis recuerdos. Me acuerdo que de chica, mi abuelita me pagaba para limpiar el piso de su casa. Ella ni pensaba en agacharse para hacerlo así que, para eso estábamos mi hermana chica y yo. Como mi mamá trabajaba, mi abuela siempre nos cuidaba.

Cómo no hablar de las películas de la infancia. Veía tanto Mulán que mi hermana menor se chateaba. También veía Tarzán, amaba a Jane. Teníamos la película del Coyote y el correcaminos, me moría de risa cada vez que la veía, y después la vi con mis primos chicos Ah, y no me olvido del Camino hacia el Dorado, un largometraje que mis hermanas mayores me mostraban, con el Príncipe de Egipto. Amaba verlas, son un clásico de la niñez.


Por otro lado, las mejores series que, por lo menos mi generación veía de pequeños, era Sonic X, Pokémon, Dave el Bárbaro, por supuesto, Barney. Extraño Jetix. El único programa bueno que dan en Disney XD, el canas de reemplazo, era Dave el Bárbaro, e incluso la dejaron de transmitir, no sé por qué. Era tan hermoso ese programa.

Mátense, me acaban de regalar una caja grande de bon-o-bon.

Volviendo al tema, recuerdo que otro programa que me encantaba era Isla del Drama. Se la mostré a una amiga el viernes. Claro que el primer capítulo no era para nada el más chistoso, esa serie era cada vez más buena. Y me gustaría retomar las temporadas posteriores a la primera para conocer a la nueva generación de la secuela que recién salió.


Otras cosas de las cuales me acuerdo, sin relación con películas o series, eran los juegos. En mi colegio había dibujado un juego de luche, en el que jugábamos los recreos. No era buena, pero al menos servía para matar el tiempo y hacerse amigas.

Una vez, mi curso fue castigado por no haberse ordenado cuando teníamos que entrar a la sala de clase. Entonces nos mandaron en el recreo del almuerzo a hacer fila en ese lugar. Una compañera del curso paralelo se nos acercó y nos dijo, "qué vergüenza". ¿No tendrá sentido de la discreción, me pregunto yo?

Por último, desde chica me pregunté qué diferencias había entre un colegio de puras mujeres y uno mixto. Siempre pensé que yo hubiera sido diferente si me hubieran puesto en un colegio mixto, no sé. Eso si, no me arrepiento de estar en mi colegio, ya que tengo amigas maravillosas.

Si por casualidad la que esté leyendo esto también está de cumpleaños, ¡Felicidades, eres un años más viejo! Así, aumentando la autoestima como siempre, adiós, bellos pequeños. 

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